Por qué la docencia
Cuando acabé filología decidí ser profesora porque me pareció un oficio apasionante. Porque es transformar, llegar a los corazones y dejar huellas. Y porque enseñando se está aprendiendo siempre.
Siempre he defendido que enseñar Lengua es una tarea importantísima, ya que el idioma conforma el pensamiento. La claridad mental requiere palabras precisas y resulta muy emocionante ver cómo los alumnos progresan en ese sentido.
Enseñar Literatura es abrir los ojos y el corazón a los sentimientos e ideas de todos los tiempos. También a nuevos mundos en los que vivir mil vidas. O hacerlas vivir a otros si se escribe.
BLOG
Muchas gracias a todos

Os agradezco a todos los que acudisteis a la presentación, muy en especial a Carmen Benito, mi colega y compañera de trabajo. Y a mi marido, JC, que me apoya tanto siempre.
Qué ilusión, por fin sin mascarillas, poder hablar con los amigos sin agobios, tomarnos un chisme, e incluso abrazarnos.
Gracias.
Invitación para el día 8

Nueva presentación en Madrid, 8 de octubre

Vuelvo a presentar en Madrid, ahora en pleno centro, esperando que los amigos que no pudieron acudir a Getafe, se acerquen ahora.
Además, el pasado enero, todavía con mascarillas y pandemia, no pudimos reunirnos luego a tomar algo, cosa que sí pretendo en esta ocasión.
Así que, por favor, comentadme aquí o por privado, si os apetece acudir, para que disponga el asunto del avituallamiento de bebidas, comidas y libros.
Estará conmigo Carmen Benito, mi compañera de docencia, licenciada en Historia que también me ayudó en Getafe, presentando la novela y su opinión como lectora y profesional.
Os esperamos 🙂
Nuevo curso

Aunque ya no estoy en activo, sigo midiendo el tiempo en cursos. Y hoy empieza el 2022-23.
Me recupero de un fuerte resfriado, todavía ando con la cabeza entontecida, pero hoy recupero las rutinas de trabajo, aunque esté a medio gas.
Y añado esta anécdota que siempre me gustó tanto del escritor, periodista y político Corrado Augías.:
Recuerdo la pregunta que me hizo el profesor de filosofía el primer día de preparatoria : «¿De qué sirve estudiar? ¿Quién puede responder?». Alguien se atrevió a decir educadamente: «Crecer bien», «Convertirse en buenas personas». Nada de eso, negó con la cabeza. Hasta que dijo: «Para escapar de la cárcel». Nos miramos los unos a los otros con asombro. «La ignorancia es una prisión». Porque ahí dentro no entiendes y no sabes qué hacer. En estos tres años tenemos que organizar la fuga más grande del siglo. No será fácil, te quieren idiota. Pero si trepas por encima del muro de la ignorancia entonces comprenderás sin tener que pedir ayuda y será difícil engañarte. Solo uno de cada veinte niños entiende un texto. Y pienso en los otros diecinueve, que luchan por escapar y se arriesgan a una cadena perpetua por ignorancia. Un buen gobierno debe salvarlos porque es lo correcto, es su obligación. Y porque el riesgo es inmenso: las mentes débiles dependerán de los hombres más viles.
Pues eso, que sigo pensando como los ilustrados, que con la educación mejora la humanidad. Aunque a veces, viendo el panorama y la osadía de la ignorancia, me atrape un cierto desaliento. Un abrazo a todos los compañeros docentes. ¡¡Ánimo!!