susurrosdeluz.com 2019

Conversando con… Marisol Pérez Urbano, autora de Dinos dónde estás y vamos a buscarte

Entrevista realizada por Jose Escudero Ramos,en Madrid, el 1 de junio de 2019.

Marisol Pérez Urbano es autora de un libro que estoy seguro no hubiese querido escribir pero la vida les puso una zancadilla y ella ha querido contarnos sus vivencias por diferentes motivos, uno es el mostrar cómo se vive el duelo.

Su marido, su hijo pequeño y ella se pasaron la noche del 11 de marzo de 2004 repitiendo un mantra que ha servido para dar título a su primer libro: Dinos dónde estás y vamos a buscarte. No nos podemos poner en su piel, pero si podemos sentir los corazones destrozados de una familia que ha tenido que pasar horas de angustia repitiendo esa desgarradora frase en los días más duros que ha sufrido Madrid en las últimas décadas… hasta que por fin tuvieron noticias de dónde se encontraba su hijo de 20 años, Rodrigo.

Aprovechamos la Feria del Libro de Madrid para entrevistar a Marisol, nos vemos en la caseta de Ediciones Urano, Marisol desprende una energía muy especial.

Buenos días, ¿te has fijado en el número de la caseta en la que firmas libros hoy?

Sí, es la caseta 311, es un número muy simbólico, Marzo, once, en inglés (march the eleventh). Me dio un vuelco el corazón.

¿Ves señales habitualmente en la vida cotidiana?

Sí, ¿cosas como estás? Sí, yo las interpreto así.

Y sabes que está aquí…

Claro.

¿Cómo se vive así? ¿con esperanza? ¿con ilusión? ¿con nostalgia?

Pues con nostalgia, con esperanza, con mi dosis de escepticismo porque yo tengo esa tendencia, luego otra vez esperanza… así vivo.

Es la dualidad “quiero creer en ello pero, claro, estamos en este plano físico… y esto no puede ser…”

…Son imaginaciones mías… y entonces, zas, me pasa algo así llamativo y !venga, va! Otra vez a creer.

¿Desde dónde está escrito este libro? ¿desde el corazón, desde la mente, desde las vísceras?

Desde las tres.

¿En equilibrio?

A veces en equilibrio. El manuscrito original tenía casi 200.000 palabras y este tiene 90 mil. He quitado muchas vísceras pero he dejado mucho corazón y también mucha cabeza, mucho cerebro.

¿Cuál es tu pretensión con este libro?

Tengo tres o cuatro intenciones distintas. Primero, contar lo que sucedió que ha sido muy tergiversado y como lo han tergiversado tan machaconamente, mucha gente ni siquiera sabe qué es lo que pasó al 100%. Les han llegado ciertas noticias, pero se han solapado unas por encima de otras. Por eso, yo quería hacer una narrativa de lo que sucedió, organizado.

Y lo cuentas muy bien, de una manera muy lineal en el tiempo, con extractos de noticias y blogs, intentando ser fiel a la realidad que se vivió esos días.

Otra intención, es hacer un libro sobre el duelo. Quería contar cómo se siente uno cuando de pronto te arrancan un hijo así. Yo he compartido con muchas personas el duelo durante muchos años. Sigo teniendo amigos en ese ámbito. Bueno, los llamo amigos pero no los conozco en persona. Viven en Argentina o en Colombia, México… nunca nos hemos encontrado pero lo que nos une son las pérdidas. Así que está contado también para otros padres, madres, hermanos, compañeros, que han perdido a alguien, al que querían mucho, por cualquier tipo de circunstancias, no solo por atentados terroristas ni asesinatos, sino por accidentes de tráfico o enfermedades, violencia machista, suicidio… Conozco gente de todas las pérdidas posibles y eso también me ponía a mí en mi lugar. Lo mío no era más terrible que lo de ningún otro. Yo tenía la rabia política de que mis propios conciudadanos me estuvieran maltratando cuando deberían por lo menos “darme un poquito de pomadita” y suavizar el asunto.

Al menos un abrazo…

Sí, al menos darme un abrazo, no utilizarme como arma política para atacar a los contrarios. Eso me dolía porque ellos eran mis conciudadanos y mis hermanos. Los terroristas ¿unos locos? Pues tú los colocas ahí, los locos, los malvados.. Pero que nuestros propios hermanos nos usen a las víctimas… eso lo he llevado peor. Con el tiempo me he dado cuenta de que no lo hacen solamente con las víctimas de terrorismo.

Sí, realmente algunos políticos y medios de comunicación juegan muchas veces con los sentimientos y las emociones.

Es un poco terrible, es muy poco empático pero sucede. Estamos, las víctimas y la gente de bien, para decir que no, que no hay que usar los sentimientos como arma contra nada ni nadie.

Entonces tu libro puede ser como un “voy a decir yo mi última palabra sobre el tema” para mostrar a esos políticos y medios que hay un lado humano y sensible en las víctimas que dicen “Basta ya de jugar con nosotros”.

Sí, de hecho varios periodistas con los que he hablado me pedían perdón por sus compañeros.

Que bonito, ¿no? Eso pone humanidad en el periodismo.

Y me decían “nosotros no somos así”, no todo el mundo es así. No recrimino al periodismo en general. Soy profesora y te digo que muchos de mis ex-alumnos ahora son periodistas y ellos no harían nunca nada de ese calibre.

¿Has perdonado?

¿En el sentido cristiano? Sí porque me he dado cuenta de que si no esa maldad me destruye a mí.

¿Te has perdonado?

Sí, yo me he echado la culpa de todo: ¿por qué no le llevamos en coche ese día? Por qué… Siempre buscas una culpa. Me he perdonado, por supuesto, y he perdonado en ese sentido. He apartado de mí todo esa maldad porque la maldad, insisto, te corrompe y te destruye. No la quiero conmigo, la echo fuera.

En el libro mencionas otros muchos atentados terroristas ocurridos desde el 11 M hasta ahora, si supieses que las palabras que digas ahora pudieran ser oídas por un terrorista, que ya sabemos que son unos locos fanáticos que están siendo manipulados… ¿Qué palabras les dirías antes de que cometan el atentado?

Les haría reflexionar sobre sus familias, sus sentimientos e intentaría que empatizaran. Pero me temo que lo primero que les quitan en sus entrenamientos es eso, la empatía, por lo cual sería difícil la conversación.

Un abrazo a lo mejor…simplemente abrazarles.

A lo mejor, sí. En una celebración de aniversario en Atocha, hace dos años, había un grupo de musulmanes, creo recordar que andaluces. Portaban una pancarta que decía “el Islam no es esto, por favor, perdonadnos” y yo me acerqué a hablar con ellos y les di las gracias.

¿Y qué consejo darías a los políticos que tengan que enfrentarse a dar una noticia trágica?

Yo creo que la empatía de nuevo. Si cada político pensara que son sus familiares los que están implicados, se cuidarían mucho de decir según que cosas. Sabrían que hay que hablar con extrema prudencia.

He leído en el libro que “las lagrimas te hacen más consciente, no más fuerte” ¿de dónde se saca la fortaleza? ¿de la consciencia?

No lo sé. La sacas de tu interior evidentemente, pero tampoco me quiero poner como heroína porque hay quien no la saca y se hunde en la vorágine…de los de alrededor también, del amor, del amor de todos…

Del amor…

Sí, he notado la buena energía que nos mandaba la gente que nos quería. Tengo una tía monja que me decía que estaba rezando mucho por nosotros, yo eso lo notaba. Dan igual las distintas creencias y maneras de entender el mundo, las buenas energías se notan. A veces pensábamos que era eso lo que nos sostenía y que también Rodrigo era el que nos ayudaba junto a la gente del otro lado, nosotros los llamamos así, que de vez en cuando nos dicen “hey, estamos aquí”.

¿Cómo se puede sacar provecho de esa toma de consciencia?

Te hace ser consciente de que aquí no estamos de excursión, te hace más consciente de que nos necesitamos unos a otros. Es verdad que a veces te vuelves pesimista, yo echo de menos el optimismo de antes que me parecía que podía con todo, ahora soy más cauta. También te hace ser más empático por lo que entiendes más a la gente que lo está pasando mal por cualquier razón. En otros tiempos yo era más prudente y no opinaba ni terciaba en asuntos emocionales ajenos, tal cual me enseñaron, pero ahora me acerco a quien creo que sufre.

En el mundo hay muchas pequeñas bondades, dices en tu libro.

Y así es. El mundo está lleno de pequeñas bondades.

En los momentos difíciles ¿un abrazo reconforta?

¿Sobran las palabras?

A veces las palabras ayudan, otras veces lo que ayuda es el silencio o saber que hay alguien con el que puedes contar aunque no te diga nada. Hay personas que piensan que con las palabras se consiguen fórmulas mágicas, pero no. Además cada persona es diferente, unos necesitan hablar, otros prefieren dejar de darle vueltas a lo mismo y prefieren pasar página. A mí, por ejemplo, me desahogaba escribir, sin embargo he conocido a gente que escribía muy bien que me ha dicho que antes la muerte que redactar lo que le había pasado. Hace poco una periodista víctima de ETA me dijo“¿cómo has podido contarlo? Yo estoy todo el día escribiendo y sería incapaz”. Y es que a cada uno nos cura una cosa diferente.

¿Crees que la escritura es una terapia?

Para mí si, pero ya te digo que cada persona es diferente.

¿De qué eres profesora?

De lengua y literatura.

Reímos…

Entiendo… ¿Qué te hace vivir ilusionada ahora mismo?

Pues me voy a prejubilar dentro de poco y me hace ilusión poder dedicarle tiempo a las cosas que hasta ahora no había podido, escribir, por ejemplo, es una. Me hace ilusión mirar hacia delante. Mi hijo Gonzalo se ha casado y tiene toda una vida por delante y esa vida suya me encanta.

¿Tienes horas bajas?

Sí y las acepto. Acepto mis fases bajas en vez de pelearme con ellas, esto también lo aprendí, me digo, “bueno, estás en esa fase ”, me permito sentir, pienso que ya pasará, mañana amanecerá más bonito y así voy avanzando.

¿Y tu marido cómo está?

Nos hemos apoyado muchísimo el uno en el otro y vamos muy parecido, nos vamos aportando energía y esperanza cuando estamos de bajón cada uno. Nos turnamos mucho.

Lo leí en el libro. Sois una familia ejemplar.

Bueno, ojalá, lo intentamos. También Gonzalo nos ha ayudado mucho. La verdad es que somos una familia atípica porque yo no tenía está relación tan fortísima, tan cercana, con mis padres como mis hijos tienen, han tenido, conmigo y con su padre.

¿Y Gonzalo?

Ya tiene 34, se casó, tiene trabajo…

Hablas de él en el libro, de sus trabajos y evolución y uno siente curiosidad ¿qué pasó con su trabajo?

Están trabajando los dos, viven cerca, nos apoyamos mutuamente.

¿Gonzalo ha trascendido la tragedia?

Él lo lleva de otra forma, hay cosas que le siguen doliendo de las que no le gusta mucho hablar. Solo ha estado en una presentación en Getafe y lo pasó mal. Estaba arropado por la cuadrilla de la infancia, todos llorando al final de la sala. Le dije que no viniese a más. Uno tiene que hacer lo que le venga bien. Tengo amigos que han comprado el libro y me han dicho que no pueden seguir leyendo…pues que no sigan, cada uno tiene que ir a su aire. En general luego continúann, tienen que pasar el trago inicial. No se trata de una novela de consumo, de esas que se leen de un tirón, hay escenas y situaciones duras que asimilar.

Recomienda un libro que te haya cambiado la vida.

Que locura, como profe de literatura, que desesperación…yo que sé… se me ocurren demasiados y no se me ocurre ninguno. Ninguno en especial me cambió la vida y todos me han cambiado la vida… algo que leyera sobre los 13 y 14 y me hablara al corazón… Ah, sí, cuando pensé “yo quiero escribir así”. Fue Delibes y, en especial, Cinco horas con Mario. Cuando lo leí vi a demasiadas mujeres de la generación de mi madre. Como además somos de Castilla, la protagonista hablaba como muchas mujeres que yo conocía y tenías sus mismos prejuicios. Ahí fue cuando pensé “yo no quiero ser así para nada”. Me cambió la vida eso. Y, claro, que quería escribir como él.

¿Y una película?

Tampoco sabría decirte una… pues sobre los 14 o 15 años mis padres habían visto Doctor Zhivago y les encantó. Entonces yo no tuve la oportunidad, era para mayores. pero cuando conseguí verla, unos años más tarde, me pareció maravillosa. La verdad es que he vuelto a ver hace poco y me dije “bueno, no está mal, pero no era para tanto”. Sin embargo, en aquel momento me fascinó, quizás porque era una saga muy larga… Ahora bien, no es una película que me haya cambiado la vida.

Para pelis que me resultaron especiales, las de mi adolescencia, cuando me volví friki de la saga de La Guerra de las Galaxias. Intento recordar otras pelis anti belicistas que me impreionasen entonces, pero no se me ocurre ningún título, para eso tengo muy mala memoria .

Imagínate que puedes volver al pasado y que te encuentras con la pequeña Marisol de 15 años, ¿qué consejo te darías?

No sé, te aseguro que todo lo que he hecho me ha ayudado a ser quien soy y no cambiaría gran cosa. Todo lo que he vivido lo he hecho con consciencia y responsabilidad, me he podido equivocar no porque la decisión estuviera mal tomada sino porque las circunstancias te han llevado por otra dirección. Me diría “se tú misma”, lucha por lo que tu crees, que es lo que he venido haciendo.

¿Alguna cosa más que quieras decir antes de terminar?

Pues que todo el beneficio de la venta del libro lo entrego a la Asociación 11M de afectados por el terrorismo, no me siento capaz de aceptar ni un euro por contar esto.

No lo sabíamos, otra gran pretensión que tienes con el libro, seguir ayudando. Gracias por compartir tus experiencias y hacer un mundo más amable a pesar de las tragedias.

Y nos despedimos con uno de esos abrazos que te dejan un gran sabor en el alma.

  • Título: Dinos dónde estás y vamos a buscarte: Intrahistoria del atentado del 11M
  • Autora: Marisol Pérez Urbano
  • Editorial: Indicios
  • ISBN: 9788415732396
  • Año de edición: 2019
  • Nº de páginas: 352

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