Portada y sinopsis de «Barrio 1972»

De momento solo está disponible en la editorial VALHALLA EDICIONES. Después del verano, en tu librería habitual.

SINOPSIS

Madrid, 2 de marzo de 1972. Una explosión ha sobresaltado a la colonia de La Metalúrgica. La gente se agolpa a las puertas de la factoría para preguntar qué ha sucedido. Muy en especial las cinco familias de la calle del Álamo número 23, que tienen padres, hermanos, esposos o hijos trabajando allí. Pero las horas pasan sin noticias y la angustia se apodera de todos.

¿Hay víctimas o solo daños materiales en la enorme planta industrial? ¿Dónde están los seres queridos que no aparecen?

El inspector Mena, inmerso en dos casos a la vez, vivirá treinta y seis horas de frenética investigación entre los vecinos del barrio, coloquialmente conocido como el de LaMeta.

Barrio 1972 es una novela contemporánea, costumbrista, crítica y negra (policial), que recrea el ambiente de las barriadas obreras de Madrid durante los últimos años del franquismo.

🌸ESPERO QUE OS GUSTE🌸

«El lugar» de Annie Ernaux

Me cuesta llamar «novela» a ese escrito de la premio Nobel. El lugar es el segundo texto suyo que leo, después de Pura Pasión y vuelve a acompañarme la certeza de que es una autora magnífica.

La historia sucede a finales de los sesenta, aunque el libro se publica en 2002. No quiero destripar la trama, si es que de veras hay algo así como una trama. Copio la sinopsis editorial y espero que sea suficiente en ese sentido:

En abril de 1967, la autora y protagonista, por entonces joven aspirante a profesora de secundaria, supera el examen de capacitación en un liceo de Lyon para orgullo (y recelo) de su padre, antiguo obrero que, procedente del medio rural y tras trabajar duramente, ha acabado convertido en propietario de un pequeño comercio en las provincias. Para ese padre, todo eso significa otro paso adelante en su difícil ascenso social; sin embargo, poco le dura esta satisfacción, ya que fallece dos meses después. Padre e hija han traspasado sus respectivos «lugares» dentro de la sociedad. Pero se han mirado entre sí con suspicacia, y la distancia entre ambos ha ido tornándose cada vez más dolorosa.El lugar se centra, pues, no sólo en los complejos y prejuicios, los usos y las normas de comportamiento de un segmento social de límites difusos, cuyo espejo es la culta y educada burguesía urbana, sino también en la dificultad de habitar en un espacio propio dentro de la sociedad.

Con su estilo sobrio, sin alardes estilísticos, Annie Ernaux hace una crónica de la relación con su padre fallecido (una crítica incluso considera la obra un diario de duelo), pero también, un estudio histórico, casi sociológico, de lo que supone cambiar de clase. En su caso específico, además, múltiples escenas y anécdotas autobiográficas muestran el dolor y el desasosiego de no pertenecer del todo ni a la de origen ni a la nueva. Por el camino se descubre, también, la pérdida del contacto con su familia. La educación no es solo instructiva, parece concluir. Modula de tal forma gustos y aversiones que la aleja definitivamente de las costumbres y perspectivas vitales de su progenitores y familiares. Y ahí hay una melancolía muy particular.

El texto trata muchos otros temas, como el lenguaje y los registros idiomáticos, la escritura, los avances sociales o el duelo que cité más arriba, porque con su estilo tan especial, a ratos resulta narrativo, otros expositivo y crítico. De ahí mi resistencia a denominarlo «novela».

En fin, que hay que leerlo, que merece la pena muchísimo.

Annie Ernaux, Nobel de Literatura 2022

La escritora francesa Annie Ernaux acaba de conseguir el Premio Nobel de Literatura 2022. Nacida en Normandía en 1940, Ernaux cursó sus estudios universitarios en Literatura y ha dedicado toda su vida a la enseñanza de letras modernas. Ernaux es una de las escritoras más reconocidas del panorama literario francés y europeo por su obra (más de veinte títulos) esencialmente autobiográfica, dotada de un importante carácter feminista y de compromiso social.

La academia sueca ha destacado “el coraje y la agudeza clínica” de su escritura y su capacidad para desvelar “las raíces, los extrañamientos y los frenos colectivos de la memoria”.

Yo no había leído nada suyo, así que me lancé a lo primero que pude conseguir en las redes: su discurso de aceptación del Premio Formentor de las Letras 2019. Y me gustaron algunas de sus reflexiones sobre el hecho de narrar.

Esta, con fortísima conciencia de clase, me cautivó: «La frase escrita a los veinte años en mi diario: “Escribiré para vengar a mi raza” se hacía eco del verso de Rimbaud: “Soy de raza inferior por toda la eternidad”. Convertir el sentimiento de una indignidad original en fuerza de desenmascaramiento y de subversión de las jerarquías, sociales, masculinas, culturales, es lo que creo haber buscado a tientas. La subversión está en la elección de los temas, en el espacio que concedo a lo cotidiano. Más aún, en la mirada que proyecto sobre las cosas y los individuos. La forma del relato, la escritura de cada frase, lo deciden todo.»

O esta, en cuanto a lo técnico y la honestidad personal del escritor: «Lo que me preocupa en cuanto surge la necesidad de un texto son los problemas de forma y de escritura; buscar la forma justa. Es preciso que la búsqueda de la verdad sea a su vez verdadera”. No me interesa “crear un universo”, algo que ha aparecido durante mucho tiempo como el fin propio de la literatura y que sin embargo desmienten tanto la obra de Cervantes como la de Proust o Joyce.»

Con eso en la cabeza, conseguí Pura pasión de una amiga, con la coletilla de que era el que más le gustaba de Ernaux. Y esta sinopsis del editor:

«A partir del mes de septiembre del año pasado, no hice otra cosa que esperar a un hombre: que me llamara y que viniera a verme»; así empieza la historia sobre la pasión de una mujer culta, inteligente, económicamente independiente, divorciada y con hijos ya mayores, que pierde la cabeza por un diplomático de un país del Este «que cultiva su parecido con Alain Delon» y siente especial debilidad por la buena ropa y los coches aparatosos. Si el tema que da lugar a esta novela es aparentemente trivial, no lo es en absoluto la vida que lo alienta. Muy pocas veces antes se había hablado con tan descarnado descaro, por ejemplo, del sexo masculino o del deseo que idiotiza, que trastoca. La escritura aséptica y desnuda de Annie Ernaux consigue introducirnos, con la precisión de un entomólogo que observa un insecto«

Bueno, pensé, es una novela de 1991, hace treinta años, puede que ahora esté ya más que superada en estilo, temática o supuesta crítica. Pero aun así le eché el típico vistazo general: pocas páginas, sin capítulos, solo secuencias, frases cortas… No será complicada, me dije. Y empecé a leer.

La narradora describía la impresión que le produjo ver por primera vez una película porno. Y acababa el párrafo con otra apreciación estilística «Me ha parecido que la escritura debería tender a eso, a esta impresión que provoca la escena del acto sexual, a esta angustia y este estupor, a una suspensión del juicio moral»

Vaya, llamativa manera de empezar, me dije. Y la leí de un tirón.

No es escandalosa, no da morbo, no se parece nada a los bestsellers, pero se lee con facilidad. No cuento mucho para no destripar la trama, pero sí apunto que merece la pena leerla. Y que me sorpendió la aparente sencillez, sin alardes retóricos, de la escritora. Me propongo leer otras novelas suyas para tener una idea más cabal, pero me ha impactado. Por eso escribo estas pocas líneas y la recomiendo.

Centenario de José Hierro y Certamen en el IES

El viernes 22, en la proximidad del Día del Libro y celebrando el centenario de José Hierro, estuve en mi insti, entregando los premios del XXXIII Certamen de Poesía. Fue un honor que me invitasen para eso. Y que agradezco mucho. Es más que probable que sea la última, pues cambiará este año el equipo directivo. De ahora en adelante, aunque todavía hay alumnos que me saludan y profes con los que trabajé, ya pocos me conocerán. Es ley de vida.