DCLM 11M: Aún hay quien mantiene la «mentira institucional» más grande de la historia

El mayor atentado sufrido en Madrid ocurrió en plena campaña electoral y tras unos meses de la decisión de Aznar de ocupar Irak. El Gobierno del Partido Popular sabía la verdad, pero prefirió mentir para conseguir más votos.

Hace quince años Rodrigo tenía 20, estudiaba ingeniería informática y esperaba el tren que le llevaba a la universidad mientras su madre, Marisol, escuchaba la radio en casa. Al oír las noticias corrió a escribir un mensaje a su hijo «Dinos dónde estás que vamos a por ti”. Un mensaje que nunca tuvo respuesta y que se convirtió en el título de un libro, donde Marisol Pérez Urbano cuenta a su hijo, todo lo que ese día ya no le pudo contar. Esta es una de las 192 historias que quedaron rotas la mañana del 11 de marzo de 2004 en los trenes de Madrid. Quedaban pocas horas para las elecciones y hacía unos meses que Aznar había decidido ocupar Irak, desoyendo los gritos que clamaban en las calles en contra de la guerra. 

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«Quince veces 11-M» por Rosa Mª Artal

Velas y mensajes del 11m

Muchas gracias a Rosa Maria Artal Martinez por su artículo sobre Rodrigo, el libro y nosotros, las víctimas:

«El problema de España es que sus fiascos, sus abusos, son de tal envergadura que nunca terminan de taparlos, por mucho que lo intentan y embarran. Se quedan en todas las cunetas de la impunidad. El otro, enorme, inquietante en estos momentos, la facilidad con la que consiguen borrar algunas memorias para que se olvide que el mal sigue ahí con todos sus métodos.»

Quince veces once de marzo

Este nuevo aniversario se ha teñido de escritura con la publicación de tu libro, Rodrigo. Algo muy especial que, por contraste, acentúa la sensación de irrealidad que me asalta cuando se rompe la rutina.

Y me pregunto dónde están los tiempos de tu infancia, hijo, tus divertidas risas adolescentes, tus enormes, vitales, optimistas ilusiones juveniles, tus planes de futuro.

Todo se lo llevó por delante la maldad fanática de unos locos yihadistas. Y no hay nada que te pueda traer de vuelta.

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