Veinte años del 11-S, diecisiete sin Rodrigo

Pasó hace ya veinte años. Sin saberlo, fuimos testigos en directo del principio del mal. Acabábamos de reunirnos en casa para comer, veíamos la tele. Los cuatro. Juntos.

Treinta meses después sucedió aquí. Te asesinaron con cruel premeditación, con fanáticas, absurdas, malvadas ansias de causar el mayor daño posible.

Te arrancaron de nuestra familia y nos dejaron solos, para siempre sin ti.

Hoy recordamos.

Sentimos la misma ausencia y el mismo dolor que otros muchos en USA, en Gran Bretaña, en Francia… en tantos lugares donde la locura yihadista atacó.

Te escribo desde casa, Rodrigo. Con tu nombre en los labios y tu recuerdo en el corazón. No te olvidamos. No nos olvides, hijo. Haz que nos volvamos a encontrar.

NINA, en preventa desde hoy

Por fin ESTAMOS EN PREVENTA. Desde hoy 3 de mayo de 2021, podéis conseguir mi querida novela «NINA» firmada y dedicada.

Es crítica, emotiva, sugerente. Se lee con facilidad, pero encierra algunos retos técnicos. Creo que os gustará.

El libro se enviará en cuanto estén  terminadas la impresión y la firma. Puedes indicar a nombre de quién quieres la dedicatoria en el apartado «Notas del pedido» al finalizar la compra. En caso de no indicar nombre, irá dedicado al comprador.

Os ruego compra y difusión. Ya sabéis que he cedido las regalías a la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica)

A los que vivís cerca os lo puedo entregar en mano, y os ahorráis los gastos de envío. EN EL CARRITO solicitad «envío local»

14 de abril, 90 años

Foto tomada de la revista El Salto (27 de marzo de 2021)

Con la República nacieron dos grandes proyectos, la Barraca y las Misiones Pedagógicas. Esta última respondía a la vieja idea de Francisco Giner de los Ríos: mandar los mejores maestros a las peores escuelas. Pretendía que hasta las poblaciones rurales más aisladas dispusieran de cine, teatro, libros, música.

En este empeño colaboraron poetas, escritores, filósofos e intelectuales: Antonio Machado, Luis Cernuda, Rafael Dieste y María Zambrano, entre otros. En Valencia, María Moliner se implica en el proyecto de crear bibliotecas: bibliotecas circulantes para los pequeños núcleos rurales y bibliotecas populares para las poblaciones mayores».

La Barraca, grupo de teatro universitario ambulante, dirigido por Federico García Lorca y Eduardo Ugarte, surgió en la órbita de las Misiones. Colaboraron pintores y artistas de vanguardia para las escenografías. Todos prestaban sus servicios gratuitamente. Los equipos disponían de un mono para los hombres y un vestido azul para las mujeres. De las tareas de cargar y desmontar escenarios se encargaban los propios actores.

Llevaron el teatro clásico a regiones con escasas posibilidades culturales. Federico escribió: «Ahora andamos a vueltas con los versos de Calderón, Cervantes y Lope de Rueda. Los sacamos del fondo de las bibliotecas, se los arrebatamos a los eruditos, los devolvemos a la luz del sol y al aire de los pueblos».

Miguel Hernández no puede ser silenciado

Nací y viví en el franquismo. No demasiados años, tuve esa suerte. El dictador murió cuando todavía estaba en el instituto y fui a la Universidad en una transición convulsa, que algunos llaman modélica y yo creo que simplemente fue lo que se pudo hacer en aquel momento.

Mi familia no entró en guerra, Castilla fue de los golpistas desde el primer momento. Mis abuelos eran ya mayores, casados y con hijos, y sus descendientes aún niños no fueron llamados a filas. Lo que vieron y sufrieron tenían miedo de mencionarlo. Se pasaba como de puntillas sobre primos lejanos que «habían muerto en la guerra». Ni se mencionaba en qué bando.

Viví con esa discreción suya, característica también en otras muchas facetas vitales. No supe que eran tantísimos miles los que estaban perdidos por los campos, enterrados en fosas comunes o en las cunetas hasta finales de los noventa. Personalmente sé demasiado bien lo que es que te arranquen a alguien muy querido en horribles circunstancias. ¿Cómo no comprender esos duelos sin cerrar?

Me parece una insensatez totalitaria lo que el alcalde de Madrid ha hecho con el monumento a los asesinados no ya en la guerra civil, sino en los cinco años posteriores. En noviembre retiró los nombres de los fallecidos. Ahora ha eliminado los versos de Miguel Hernández que sus familiares y allegados habían elegido para acompañar el memorial. Y ha resignificado el monumento de forma que no sea para los represaliados en la primera postguerra.

Le da igual que ese fuese el sitio exacto donde estuvo su fosa. Considera que es mejor que el texto aluda a todos los muertos desde 1936 al 44. Con una supuesta equidistancia que en realidad intenta ocultar que el dictador mató a miles de personas después de la guerra.

Como filóloga y como profesora he estudiado y comentado los poemas de Miguel Hernández muchas veces. Sus versos me han ido acompañando toda la vida. Los tercetos de su Elegía expresaban bellamente todo el desconsuelo y la rabia que necesitaba cuando me robaron a Rodrigo:

Un manotazo duro, un golpe helado,/ un hachazo invisible y homicida,/
un empujón brutal te ha derribado

No hay extensión más grande que mi herida./ Lloro mi desventura y sus conjuntos./ Y siento más tu muerte que mi vida

Ando sobre rastrojos de difuntos./ Y sin calor de nadie y sin consuelo/
voy de mi corazón a mis asuntos

Temprano levantó la muerte el vuelo./ Temprano madrugó la madrugada./
Temprano estás rodando por el suelo

No perdono a la muerte enamorada./ No perdono a la vida desatenta./
No perdono a la tierra ni a la nada

En mis manos levanto una tormenta/ de piedras, rayos y hachas estridentes,/ sedienta de catástrofes y hambrienta …

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