
Aunque ya no estoy en activo, sigo midiendo el tiempo en cursos. Y hoy empieza el 2022-23.
Me recupero de un fuerte resfriado, todavía ando con la cabeza entontecida, pero hoy recupero las rutinas de trabajo, aunque esté a medio gas.
Y añado esta anécdota que siempre me gustó tanto del escritor, periodista y político Corrado Augías.:
Recuerdo la pregunta que me hizo el profesor de filosofía el primer día de preparatoria : «¿De qué sirve estudiar? ¿Quién puede responder?». Alguien se atrevió a decir educadamente: «Crecer bien», «Convertirse en buenas personas». Nada de eso, negó con la cabeza. Hasta que dijo: «Para escapar de la cárcel». Nos miramos los unos a los otros con asombro. «La ignorancia es una prisión». Porque ahí dentro no entiendes y no sabes qué hacer. En estos tres años tenemos que organizar la fuga más grande del siglo. No será fácil, te quieren idiota. Pero si trepas por encima del muro de la ignorancia entonces comprenderás sin tener que pedir ayuda y será difícil engañarte. Solo uno de cada veinte niños entiende un texto. Y pienso en los otros diecinueve, que luchan por escapar y se arriesgan a una cadena perpetua por ignorancia. Un buen gobierno debe salvarlos porque es lo correcto, es su obligación. Y porque el riesgo es inmenso: las mentes débiles dependerán de los hombres más viles.
Pues eso, que sigo pensando como los ilustrados, que con la educación mejora la humanidad. Aunque a veces, viendo el panorama y la osadía de la ignorancia, me atrape un cierto desaliento. Un abrazo a todos los compañeros docentes. ¡¡Ánimo!!