
«Hola, hijo, te escribo con las emociones de la presentación de tu libro, rodeada de mis compañeros y alumnos. Y de tus amigos.
Estuvieron allí los del cole y el insti, tu grupo adolescente. Y fue hermoso hablar de ti con ellos.
Luego tuve esta miniconversación por whatsapp:
[21/2 17:20] Muchas gracias por mantener a Rodrigo vivo un poco más. Fue muy bonito volver a pasar otro rato con él ayer.
[21/2 17:22] yo: 😭😭Gracias a ti por ser su amigo.
Y por venir a la presentación.
Un abrazo grande.
[21/2 17:23] Otro par de abrazos por allí.
Te fuiste, pero nos quedan tus amigos.»