
En La Casa del Libro nos reunimos casi cien personas para hablar de Rodrigo. La presencia de tantos compañeros, familiares y amigos me emocionó.
JC hizo lo imposible para que pudiera verse la presentación y buscó un cable por medio barrio, los buenísimos amigos de Rodrigo le citaron y nos acompañaron amorosamente, llegaron de mil lugares compañeros de trabajo, de la Asociación. Incluso pude darles un abrazo a Antonio Pampliega y a mi querida Solateras, ambos solo amigos virtuales hasta entonces.
Otra vez millones de gracias a todos.